¿Quién debe pagar el desastre?

Los afectados por Aigua Blanca IV queremos pagar hasta el último céntimo que nos corresponde en tanto que propietarios, pero ni uno más.

Los afectados por la urbanización Aigua Blanca IV siempre hemos deseado vernos apoyados y acompañados por nuestro ayuntamiento en una reivindicación que consideramos justa, y que también defiende el interés de todos los ciudadanos de Oliva.

Pensamos que las obras deficientemente ejecutadas, su demolición y reposición, así como los gastos extra que estas deficiencias hayan podido acarrear, deben ser sufragadas por los responsables del desastre: las empresas MIDASCON (constructora) y EMIN (dirección facultativa).

Para ello, pensamos que lo correcto es que el Ayuntamiento de Oliva (responsable directo de la urbanización) asuma su responsabilidad costeando dichos gastos, al tiempo que exige responsabilidades económicas (a través de la vía judicial) a las empresas que han generado el desastre. Una (MIDASCON), por realizar mal la obra, y la otra (EMIN), por no haber realizado adecuadamente su tarea de control de la misma.


Veámoslo de forma gráfica:



Este esquema simplificado plantea lo siguiente:

- El Ayuntamiento decide que los gastos del desastre deben repartirse entre los propietarios y los ciudadanos de Oliva.

Esto plantea algunos interrogantes:
¿qué sucede con MIDASCON y EMIN?
¿Por qué debemos pagar los ciudadanos de Oliva (los afectados por la urbanización también lo somos!!) lo que estas empresas han hecho mal?


Por ello, a nuestro parecer, este debe ser el esquema adecuado:



Es decir: El Ayuntamiento, haciendo frente común con los propietarios de Aigua Blanca IV (una parte de la ciudadanía de Oliva que ha visto pisoteados sus derechos e intereses), emprende acciones legales contra las empresas responsables del desastre: MIDASCON y EMIN, al tiempo que les exige que reparen el daño causado y asuman los gastos que de ello se deriven.

De este modo, los ciudadanos de Oliva no tenemos por qué pagar un mal que no hemos causado, ni en cuyo desarrollo hemos tenido ninguna responsabilidad.

Así de simple.